El nacionalismo está fuertemente arraigado. El tráfico de influencia no parece un delito
sino, más bien, una forma de política. Además, no cualquier forma sino la más
extendida y, por supuesto, la más exitosa. Tampoco hay conciencia ni siquiera
de estar ante algo moralmente objetable sino, al contrario, conveniente.
El Gobierno de Canarias en la última década ha tenido
innumerables líneas de acción. A la vista está que el Hospital General de
Fuerteventura no ha sido nunca ninguna de ellas.
¡Ya va siendo hora!
Podríamos considerar la ingente
cantidad de despropósitos en la forma de reparchear el hospital con zonas de
nueva construcción pero son tan variadas y numerosas que no es posible
resumirlas en nociones que pretenden ser breves.
En estos días de lluvia apremia
hablar del Servicio de Urgencias. Se situó de forma provisional en barracones
en el año 2003. Allí siguen. Quizás la tormenta amaine pero la incompetencia
sin límites complicará la llegada de la calma a unas Urgencias en las que,
primero, llovió en su interior. Después cayó parte del falso techo y, por
último, se evacuó a otros servicios. Esperemos que ningún gestor diga que lo
han hecho “de forma provisional” o tendrán que mentalizarse para otra década de
incompetencia.
Llama poderosamente la atención la
ausencia de una cobertura informativa sobre estos asuntos. Públicamente casi no se
encuentran manifestaciones, en este sentido, de sindicatos o La Dirección que,
en algunos casos, podrían parecer la misma cosa. “No muerdas la mano que te da
de comer” es una máxima con demasiada importancia en determinados lugares. En
una isla y una capital donde el rédito electoral es el único fin, la coacción y
demás sandeces del caciquismo siguen aún vigentes e intolerablemente legitimadas.
Ciertamente el PSOE majorero llegó a criticar, como cualquier hijo de vecino, el recorte de
seis millones de euros que sufrió el citado hospital. Sorprendentemente, llegado el momento, no apoyó al PP en ninguna de sus mociones para reclamar estos asuntos
ni en el Cabildo de Fuerteventura ni en el Parlamento de Canarias. Antes repeler al adversario que defender lo
justo.
En la actualidad, las prioridades de
Coalición Canaria son conocidas por todos. La primera de ellas la encabeza el no al petróleo. Un tema para el que
sí hay voluntad, sí hay tiempo, sí hay dinero de urgencia y sí hay movilización ciudadana.
Por favor, no haga usted la trastada
de recordar lo feliz que hace la empresa majorera Cororasa a CC trayendo beneficios
de unas prospecciones en Guinea Ecuatorial que estropea su magnífico discurso
antipetróleo.
La campaña del no al petróleo es una
causa partidista que ha sido financiada por todos los medios autonómicos, es
decir, públicos. Sin embargo, la situación de la sanidad majorera es una
emergencia pública que, paradójicamente, no es de dominio público porque su
conocimiento no trasciende más allá de las costas de la isla.
Si bien la situación de la sanidad
majorera es clamorosa se observa que no es un caso aislado. De ahí la creación
de SOS Urgencias Canarias, una red de apoyo a los enfermos y familiares de los
hospitales Canarios.
Llegados a este punto ya no importa
tanto cómo se ha llegado a esta denigrante situación. Realmente lo que se pregunta es: ¿las
personas de las que hoy depende este asunto hacen todo lo que está en sus manos
para solucionarlo? Parece que no.
No obstante, sería bueno dedicarle
unos segundos a la siguiente imagen antes de poner sobre la mesa el argumento
de que el asunto viene de lejos y justificar así cómo se pasan la papa caliente.
La responsabilidad anterior es compartida. La responsabilidad
actual es a la que no se dignan a dar respuesta.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con tu reflexión. Ahora solo haría falta que sí encontrasen petroleo, que dieran puestos de trabajo a los parados y que no hubiera ningún problema medioambiental. Me encantaría tapar muchísimas bocas de defensores de la patria canaria (por cierto los que más hablan seguro que tienen la vida resuelta y los bolsillos sin hueco). Sería genial lavar tanta supuesta mano negra de chapapote con desarrollo económico que beneficie a todos... a Fuerteventura y a España.
Gracias por su tiempo.
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